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Fotografía intervenida.

Hogar roto.





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Paisaje, El no lugar.

Ida y vuelta.














El No lugar es aquel espacio de tránsito, en el que no se habita pero se espera, la gente se relaciona, trabaja, comparte o entretiene…
La serie Ida y vuelta está inspirada en la fotografía de paisaje de la Escuela de Helsinki, en la que están presente la concepción estética, el estudio de la luz y el paisaje nórdico.
Las imágenes están tomadas en una noche nublada en una estación de tren cerrada, el personaje se enfrenta a la soledad de la noche, del edificio abandonado, sin mostrar su rostro un recurso muy utilizado por la escuela de Helsinki.
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Bodegón IV, Autorretrato.

Vaso medio lleno.



La propuesta de este ejercicio es realizar un autorretrato con un objeto que se identifique con mi persona.
Para realizarlo tuve en cuenta la opinión de todos aquellos que forman parte de mi círculo de confianza, a los cuales les pedí que me definieran con un solo adjetivo y los adjetivos fueron los siguientes: sociable, afortunado, simétrico, compasivo, narcisista, solidario, reservado, pulcro, sencillo, creativo, inteligente, orgulloso y optimista.

De todos esos adjetivos en esta imagen están presente gran parte de ellos; la simetría en la composición, así como la sencillez en los elementos que aparecen, el narcisismo y el orgullo como adjetivos negativos están presente de forma simbólica en el hecho de dirigir la mirada hacia el reflejo del agua, también de forma simbólica el adjetivo afortunado está presente en el color blanco y el optimismo en ver el vaso siempre lleno de forma positiva, los adjetivos reservado y compasivo en la postura de inclinar la cabeza.
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Abstracción III.

Homenaje a Klein.














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Abstracción II.

Der blaue reiter.












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Bodegón de Estudio III, Cuentos de Cortázar,

Instrucciones para subir una escalera.



Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en ‚este descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso
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Bodegón de Estudio III, Cuentos de Cortázar.

La cucharada estrecha.




Un fama descubrió que la virtud era un microbio redondo y lleno de patas. Instantáneamente dio a beber una gran cucharada de virtud a su suegra. El resultado fue horrible: esta señora renunció a sus comentarios mordaces, fundó un club para la protección de alpinistas extraviados, y en menos de dos meses se condujo de manera tan ejemplar que los defectos de su hija, hasta entonces inadvertidos, pasaron a primer plano con gran sobresalto y estupefacción del fama. No le quedó más remedio que dar una cucharada de virtud a su mujer, la cual lo abandonó esa misma noche por encontrarlo grosero, insignificante, y en un todo diferente de los arquetipos morales que flotaban rutilando ante sus ojos.

El fama lo pensó largamente, y al final se tomó un frasco de virtud. Pero lo mismo sigue viviendo solo y triste. Cuando se cruza en la calle con su suegra o su mujer, ambos se saludan respetuosamente y desde lejos. No se atreven ni siquiera a hablarse, tanta es su respectiva perfección y el miedo que tienen de contaminarse.
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Bodegón de estudio II, Adjetivos.

Viajeros.


Piadoso

Ancho

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Bodegón exterior II, Bodegón encontrado.

El Mito de Aracne.


Los bodegones encontrados muestran cierta espontaneidad, todo está curiosamente ordenado de “manera fotográfica” esperando a ser plasmado.
En esta serie está presente el concepto de bodegón como: la ordenación azarosa o premeditada de una serie de elementos dispuestos sobre una superficie.

En concreto en esta serie se ha fotografiado desde una angulación cenital los cajones expositores de útiles de costura.




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Sombras.

Experiencias.


En este ejercicio se plantea la idea de fotografiar aspectos de la sombra, su juego con la iluminación hacen de la sombra una temática interesante para abordar con la fotografía.

En la serie Experiencias, se habla de la vejez y el paso del tiempo, en forma de papel liso y blanco que tras diversos plegados adquiere cierto bagaje y arrugas marcadas por la experiencia que podemos equiparar al envejecimiento del ser humano.












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Bodegón de Estudio I, Portada de libro.

Retrato de Dorian Grey.



Basil Hallward es un artista que queda enormemente impresionado por la belleza estética de un joven llamado Doria Grey y comienza a encapricharse con él, creyendo que esta belleza es la responsable de la nueva forma de su arte. Basil pinta un retrato del joven. Charlando en el jardín de Basil, Dorian conoce a Lord Henry Wotton, un amigo de Basil, y empieza a cautivarse por la visión del mundo de Lord Henry. Exponiendo un nuevo tipo de hedonismo, Lord Henry indica que "lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos". Al darse cuenta de que un día su belleza se desvanecerá, Dorian desea tener siempre la edad de cuando le pintó en el cuadro Basil. El deseo de Dorian se cumple, mientras él mantiene para siempre la misma apariencia del cuadro, la figura retratada envejece por él. Su búsqueda del placer lo lleva a una serie de actos de libertinaje y perversión; pero el retrato sirve como un recordatorio de los efectos de cada uno de los actos cometidos sobre su alma, con cada pecado la figura se va desfigurando y envejeciendo.


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Bodegón exterior I, Bodegón fuera del estudio.

Síntomas de inestabilidad emocional.





Antonio Garbla. Con la tecnología de Blogger.

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